El poder que no puede
“Es hora de regresarle el poder a quien si puede”: FERNANDO HERRERA
El jueves pasado en el marco de la entrega del cuarto informe de gobierno, se suscitó una anécdota que verdaderamente evoca al análisis y a la reflexión de todos los mexicanos.
El Secretario de Gobernación hizo entrega del informe de Gobierno, minutos más tarde en el recinto de la democracia, en la Cámara de Diputados comenzaron las intervenciones de los representantes de cada partido para expresar básicamente la esencia de su sentir a la par de la postura de su partido político o dogma político, el primero de ellos fue el Diputado Federal Clouthier con un gran parecido físico a su padre (el gran Maquio), el cual manifestó descontento ante el ejecutivo, las intervenciones que le siguieron fueron muy similares hasta el representante del Partido Verde, quien con una oratoria ascendente lanzo una cantidad desmesurada de adulaciones a la figura presidencial.
El ánimo en el Congreso comenzó a cambiar, la multitud comenzó a lanzar gritos o aplausos, incluso en un par de ocasiones le interrumpieron de su discurso original, posteriormente el representante de PRD, enarbolo la oratoria y expuso en buena tesitura la postura de izquierda y de un fracción de oposición como hace mucho que los dogmáticos no tomaban en la tribuna de la elocuencia.
Seguido a este acto el Coordinador de Senadores del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional Fernando Herrera Ávila, comenzó su discurso con gran determinación, la cual era acompañada de una mirada de firmeza y un movimiento corporal que expresaba seguridad, sus primeras palabras expresaron que después de cuatro años de Gobierno, el Presidente Peña no podía, que no bastaba con querer, “se trata de poder y este gobierno no puede”
Segundos más tarde puntualizo en que el Gobierno solo escucha en dos puntos geométrico los cuales se encuentran en Bucareli y en Palacio de Gobierno, pero no escucha la voz de millones de mexicanos que piden a gritos los principios básicos de igualdad y que resulta irónico, alarmante y decepcionante que este Gobierno tenga la apertura para escuchar a quienes revientan a la educación, pero no genera la apertura para el resto de la nación que tiene la firme convicción de hacer lo correcto por México.
Del mismo modo señalo con un tono de voz que captaba la atención de todo el auditorio, y que refería que México es noticia en todo el mundo por su desgracia, por su corrupción y por su dolor, en el plano dubitativo el Presidente Peña tenía el beneficio de la duda en el tema de las reformas, sin embargo, la retórica del Presidente claudicó, ya que ahora que se tiene la reforma educativa, la educación en el país es una caos, se tiene la reforma energética que entre sus principales 8 objetivos expresa el reducir los costos del sector y lo cual es un rotundo fracaso, donde están los resultados de esas reformas tan aplaudidas por el gabinete, tal parece que los tecnócratas se quedaron solo en el discurso.
Dentro de la anatomía del PRI-GOBIERNO, expreso que existen grandes casos de corrupción y que esto debe de tener consecuencias, y no obstante a eso en materia de política internacional el Presidente mostró debilidad y la falta de sensibilidad al recibir a un candidato que se ha mofado de los mexicanos y que ha mostrado una desatención diplomática ante esta gran nación.
El discurso fue muy elevado y de buen impacto, no solo es expresar el sentir de los mexicanos con valor ante una mayoría Priista, no solo es hacer mención de las áreas de oportunidad del Gobierno Federal, sino de expresarlo con elocuencia y con objetividad, con certeza y con grandeza ante un momento histórico, en el que el país se convulsiona y aún hay personas que avientan lisonjas al vacío.
Para cerrar con trascendencia en un tono de voz ecuánime y lleno de fortaleza expreso que el poder regresará a quien sí puede y que es hora de poner los gobiernos en buenas manos.